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SIGNOS DE ROTACIÓN
RAFAEL MONTILLA reinterpreta el Big Bang como el acto supremo de la creación universal. Replica el principio y el fin con los medios de expresión plástica contemporánea como la abstracción. Con una combinación de planos geométricos demuestra el poder de lo cíclico según el movimiento del cosmos.
La grandilocuencia de sus formas, variaciones de una explosión del cuadrado, expresan el fondo del infinito como signo de la presencia de lo irrepresentable. Piensa que el máximo creador dio rienda suelta a su imaginación al ver siempre más allá de los ojos.
Sin otra pretensión estética encuadra el alto y el ancho de su cosmovisión.
En un exuberante mural, que mide extensiones variables entre dos metros de alto por cuatro de ancho, la escena del origen está descrita con elementos simples de la compleja revelación del autor de lo sagrado. Su soplo divino exaltando la riqueza, esplendor y sabiduría artística, en plena expansión por otros mundos.
Sobrenaturales materias flotantes se tensionan y segmentan, rítmicamente, en un remolino que sube y baja por una sorprendente galaxia de volúmenes planos en el espacio real y virtual. Su postulado está en un torbellino gráfico de coordenadas intergalácticas.
Especie de nebulosas a años luz que se dejan ver.
El valor plástico de este concreto alfabeto olvidado de la abstracción primigenia, se comporta en la unidad de lo diverso como puntos suspendidos en una escritura sobre el infinito. Así comienza a recomponer las entrañas del viaje sideral del arte cosmogónico, apostando al eterno retorno más allá de lo bueno y lo malo.
RAFAEL MONTILLA parte del hecho que detrás de todo mito hay una realidad que se pone en evidencia. Esta vista mural sin lugares comunes, es un viaje al fondo de las formas mismas que lanza al vacío de una superficie llena donde los cuerpos celestes denoten y connoten la recreación, método propio del realismo.
Las manchas, los contornos, los planos, las transparencias, son valores conceptuales y objetuales que se transportan al más allá para que exploten como luces de bengala. Al prender y apagar símbolos arquetípicos eternos, considerados claves para entender la evolución de los signos de rotación, logra capturar pedazos de una implosión plástica.
Carlos Sánchez Fuenmayor
Crítico de Arte