Mi Experiencia con la Geometría: un viaje, desde la Esvástica hasta la Paz y la Armonía
Mi fascinación por la Geometría tiene raíces profundas en mi infancia. Recuerdo vívidamente cuando, en primer grado, comencé a dibujar la cruz Esvástica en las portadas de mis cuadernos y libros (Nunca
he sabido de donde yo obtube ese dibujo de esa cruz). Esta acción inocente, impulsada por una curiosidad innata por las formas y símbolos, desencadenó una serie de eventos que marcaron mi camino. Mi maestra, alarmada por mis dibujos, convocó a mis padres para discutir mi comportamiento. Mientras tanto, mi abuela, observando mis hábitos poco convencionales de bañarme en el patio y meditar bajo el sol (aunque ella lo interpretara como “tomar sol”), también expresó su preocupación a mis padres. Todos relacionaron mi cruz con la cruz de los nazis.
Estas y otras peculiaridades, como mi zurdera, llevaron a mis padres a buscar respuestas en médicos y psicólogos, ya que mi madre relacionaba el ser zurdo con algo diabólico, tal como fuera fomentado por los religiosos en tiempos remotos. A pesar de ser considerado un niño “extraño”, y después de numerosas evaluaciones, los profesionales de la salud me declararon sano y salvo. Sin embargo, esa experiencia dejó una huella en mí, y sembró las semillas de mi búsqueda de comprensión y significado en los símbolos y patrones que me rodeaban.
Con el tiempo me di cuenta de que esa cruz que dibujaba no tenía connotación total con la esvástica; pues fue en los viajes que hice a la India fue donde descubrí que la cruz que dibujaba en mi niñez, lejos de ser un símbolo de odio, es un emblema sagrado en la filosofía hindú, representando paz y armonía. Mi investigación posterior reveló su presencia en numerosas civilizaciones antiguas, incluso aquellas sin conexión aparente, y también la cultura de los nativos americanos. Esta revelación me conectó aún más profundamente con la geometría, mostrándome el poder de los símbolos para trascender culturas y épocas.
La esvástica, una figura geométrica y un antiguo icono religioso en las culturas de Eurasia, representa la paz y la armonía. Es una cruz con sus brazos doblados en ángulo recto, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha. Es un símbolo religioso ampliamente utilizado en el hinduismo, el budismo y el jainismo.
La esvástica es un símbolo antiguo que se utiliza en muchas culturas euroasiáticas, africanas y americanas con fines religiosos y culturales. En el mundo occidental, es más comúnmente conocido como un símbolo del partido nazi alemán, que comenzó a usarlo a principios del siglo XX después de tomarlo de las culturas asiáticas.
La esvástica a menudo se representa en las religiones asiáticas en orientación vertical u horizontal, mientras que los nazis generalmente la mostraban en diagonal. Algunos han tratado de restablecer la esvástica como símbolo de buena fortuna y paz sugiriendo que se use el nombre alemán, Hakenkreuz (cruz en forma de gancho), cuando se escribe sobre la versión nazi. Sin embargo, a partir de 2022, los medios occidentales todavía usan la palabra “esvástica” cuando hablan del uso neonazi del símbolo.
A principios del siglo XX, la esvástica también se usó en América del Norte y Central como símbolo nativo americano, en el ejército, por el gobierno, en la cultura popular y en la arquitectura. También se exhibió con símbolos judíos y cristianos, y apareció en monedas, fichas y llaveros de reloj.
Mi viaje personal con la esvástica me ha enseñado la importancia de mirar más allá de las interpretaciones superficiales y explorar el significado más profundo de los símbolos. La geometría, en su esencia, nos conecta con patrones universales y verdades atemporales que trascienden las divisiones culturales y las asociaciones históricas. A través de mi trabajo con la Geometría, busco recuperar el significado original de símbolos como la esvástica y compartir su belleza y poder transformador con el mundo.
Estudiando a las culturas indígenas de todo el continente americano y sus símbolos, descubrí el alto nivel de conciencias de esas culturas en todos los sentidos del ser humano, o sea el Ser, la Comunidad y la Naturaleza.
A pesar de los avances tecnológicos y científicos, la conciencia humana actual en relación al ser, la comunidad y la naturaleza presenta contrastes significativos con la cosmovisión de las culturas prehispánicas.
Las culturas prehispánicas poseían una conciencia del ser, la comunidad y la naturaleza más integrada y holística que la actual. El ser humano se entendía como parte de un todo interconectado, y la vida se regía por principios de reciprocidad, respeto y armonía con el cosmos. Aunque la sociedad moderna ha logrado avances significativos en ciencia y tecnología, ha perdido en gran medida esa conexión profunda con lo sagrado y lo natural. Recuperar esa conciencia ancestral podría ser clave para enfrentar los desafíos actuales y construir un futuro más sostenible y equitativo.
Creo que todos tenemos la oportunidad para reflexionar sobre nuestro papel en el mundo y construir un futuro más consciente y sostenible para nuestra generación y las generaciones futuras.
Soy artista visual desde que tengo uso de razón y a través del arte busco aportar un grano de arena a mejorar el entorno y las relaciones interpersonales; por esta razón, me esfuerzo por concienciar, y unir a la gente a través de mi trabajo.
Leave a reply